Entrenamiento mental.

Clarifica tu mente mediante la respiración y la meditación.

Intenta el siguiente experimento: retén el aliento 30 segundos. A continuación exhala. Repite este proceso tres veces. Observa la tensión del cuello, hombros y pecho. Es evidente que sintiéndote así nunca consegirías rendir demasiado.

Una respiración correcta no sólo te ayuda a relajarte, sino que tambien mejora la actuación deportiva al oxigenar la sangre y transferir energía al cerebro, los nervios y los músculos. respira de modo breve y superficial limitándose a la parte alta del pecho proboca la constricción de la musculatura tóracica, y la respiración se vuelve tensa, poco eficaz y fatigosa, y por supuesto no ayuda en el esfuerzo deportivo intenso. Por el contrario, la respiración profunda, poniendo en juego el diafragma, reduce el estrés y es más eficiente. El diafragma (músculo que se encuentra transversalmente dispuesto entre los pulmones y el abdomen) es el epicentro para la actividad y el control respiratorio. Cuando inspiramos, el diafragma (si se hace correctamente) debe moverse ligeramente hacia abajo, provocando el desplazamiento del abdomen y permitiendo la libre expansión de los pulmones. Esta acción llena los pulmones desde abajo, en lugar de desde arriba.

Problabemente, el aspecto más importante para mantener la concentración en el deporte es la respiración. Sin una respiración correcta, hasta los atletas en mejor condición física se fatigarían y quedarían sin aliento, y su rendimiento deportivo sería deficiente. Muchos deportistas jóvenes se ponen tan nerviosos antes de una competición que hiperventilan y lo pasan mal durente la prueba. Este estado de excesiva agitación puede no sólo distraer al jugador o competidor, sino incluso provocar transtornos físicos como calambres o vómitos.

Independienmtemente del deporte de que se trate, la mayor parte de los entrenadores y preparadores, resaltan la importancia de la respiración correcta antes del desarrollo de habilidades motoras. Respirar de modo adecuado reduce el estrés y la ansiedad, y mejora el rendimiento. Pero los deportistas no siempre invierten tiempo en emplear estrategias de respiración correcta, especialmente en situaciones de competición. Sin embargo, una respiración adecuada es vital para ayudar a los atletas a relajarse y concentrarse antes y durante la competición.

Un antídoto para el estrés de la competición.

Revisar la respiración antes de cualquier evento deportivo debe formar parte de la rutina del deportista, tanto como asegurarse de que uno lleva arados los cordones de ls zapatillas. Si nuestra respiración no es amplia y abierta no podemos desplegar nuestro mejor rendimiento físico. Una respiración adecuada es de gran importancia porque prepara la escena para otras respuestas físicas y mentales, que a su vez indican al cuerpo que debe prepararse para el estrés de la competición. Con cada inspiración hay que inducir una sensación de relajación; a cada exhalación debemos concentrarnos en liberar cualquier tensión muscular del cuerpo.

Desgraciadamente, cuando sentimos estrés la respuesta fisiológica natural es respirar de modo rápido y superficial. Esto puede generar problemas, porque no sólo restringe la moviliodad sino que también favorece la fatiga prematura.

Por fortuna, tanto los entrenadores como los propios deportistas podemos diagnosticar fácilmente este problema y facilitar cambios espectaculares.

He aquí un magnifico ejercicio:

Primer paso:

Imagina que tus pulmones tienen tres partes: inferior, media y superior. Ahora cierra los ojos e imagina que quieres llenar el tercio inferior de tus pulmones mientras respiras. Hazlo pensando que para ello empujas hacia abajo tu diafragma, expandiéndolo al máximo y abriendo el abdomen.

Segundo paso: 

Imagina que llenas la parte media de tu cavidad pulmonar. Para ello, expande tu caja torácica, elevando las costillas y ensanchando el pecho al máximo.

Tercer paso:

Llena el tercio superior de tus pulmones, elevando el pecho y los hombros.

*Repite una y otra vez estos tres pasos con una cadencia suave y mantenida, sin forzar el movimiento.